Uno de los grandes problemas del rock actual es la falta de continuidad en proyectos que originalmente parecían prometedores. Existen grandes bandas que tienen inicios que sorprenden pero al poco tiempo cambian sus intereses y terminan por desaparecer.
El campo del garage-punk no es diferente y existen pocas agrupaciones que puedan presumir de contar con una trayectoria de más de una década de trabajo continuo. Un ejemplo claro se puede apreciar con The Jackets y su publicación constante de materiales y giras a lo largo de toda Europa e inclusive ya han visitado Estados Unidos.
Ahora, el trío suizo presenta su cuarto LP en el que se aprecia un seguimiento al sonido que han mostrado desde su debut publicado hace exactamente 10 años. Su estilo se basa en hacer canciones duras con una guitarra ruidosa pero acompañada de coros sencillos de aprender.
En este caso, el nuevo material contiene una decena de piezas adictivas de rock & roll lleno de fuzz dirigido para todos los aficionados a los sonidos primigenios pero bien ejecutados. Al igual que en el pasado, destaca el trabajo de Jack Torera (también integrante del dueto The Sex Organs), la cantante adicta al delineador quien es una de las poca mujeres guitarristas de garage en la actualidad.
El trinomio es complementado por Chris Rosales (batería) y Samuel Schmidiger (bajo), quienes cumplen con su trabajo de proporcionar ritmo y forma a las composiciones. A ellos se debe agregar que al igual que en su 7" lanzado en 2017 (recomendamos leer nuestra reseña), el productor es el demente King Khan.
El trabajo abre con "Dreams", cuyos rasguidos de guitarra se encargan de introducirnos a un mundo en el que conviven el punk, con el garage y la psicodelia. La energética batería contagia su entusiasmo como se puede apreciar en "What About You", otra muestra del adictivo sonido de los suizos.
Por su parte, "Don't Leave Me Alone" es una romántica canción pero ejecutada con todo el poder que caracteriza al conjunto europeo. A su vez, "Floating Alice" representa la cara más psicotrópica y lisérgica de la banda al ofrecer un resultado más cercano al rock de The Seeds y los 13th Floor Elevators.
Con un estilo bastante definido que no pretende cambiar, el trabajo confirma a uno de los conjuntos más trabajadores y estables de la actualidad. Tanto su sonido como la voz de Jack Torera ya son fácilmente identificables y eso se reafirma con su nuevo material.