Mientras que mucho apelan a la modernidad e innovación, existen algunas bandas como The Dealers que buscan todo lo contrario. Resulta bastante complicado crear algo completamente nuevo en la actualidad, por eso resulta mejor tomar lo más destacado del pasado e imprimirle energía y un toque personal.
A lo largo de su corta trayectoria, el cuarteto español ha destacado por su forma de alimentarse de la música surgida durante la década de los sesenta. Sus gustos van de The Kinks a The Seeds, los primeros The Who y The Rolling Stones en su etapa con Brian Jones.
Derivado de lo anterior, el combo vitoriano se ha posicionado como uno de los exponentes más destacados del R&B en la actualidad. Sus composiciones evitan las complicaciones y los sonidos artificiales generados por computadoras de última generación. Lo de ellos es hacer música con los elementos básicos y trasladar de forma directa y natural el sonido de estudio a sus sudorosas presentaciones.
En este ocasión, la agrupación presenta su nuevo 7" que tiene un cómplice muy especial que entiende a la perfección la intensión de los integrantes. Se trata de Jorge Explosion, quien se ha convertido en una leyenda moderna de la música y fue el encargado de grabar las dos nuevas canciones en sus estudios analógicos Circo Perrotti.
En primera instancia, la cara A muestra "Blue Light Man", una pieza llena de energía que se acerca a los linderos del garage y el powerpop. Los rasguidos a las guitarras se combinan con los juegos vocales y una armónica protagónica que destaca a lo largo de la canción.
Por otra parte, en la cara B se encuentra "Pareidolic Way", un tema mucho más cercano a la psicodelia que en algunos momentos hace pensar en Roky Erickson y sus 13th Floor Elevators. En esta ocasión las guitarras destacan por su fiereza y provocar una invitación directa a practicar el pogo.
El sencillo editado en conjunto por Bickerton Records y Action Weekend Records destaca por ofrecer un rock & roll sincero y energético pero al mismo tiempo luce insuficiente por ser un pequeño aperitivo que deja con hambre de más sonidos de The Dealers.