La psicodelia se encuentra en uno de sus momentos de mayor apogeo. Lo peligroso es que muchas agrupaciones actuales carecen de un sello distintivo y al final se convierten en clones que no aportan grandes cosas. Aunque en el extremo opuesto están las que sí se preocupan por ofrecer algo distinto.
Dentro de la nueva generación de músicos se encuentra el combo griego Chickn (del que ya escribimos una reseña) que ha destacado por su incesante trabajo y el resultado de la unión de estilos tan variada que muestran sus canciones.
Ahora el quinteto presenta su tercer LP en el que se escucha una amalgama multicolor de géneros y en donde todo cabe si se sabe acomodar. Junto a la psicodelia hay toques electrónicos, vestigios de jazz y mucho delirio que recuerda a lo que antes hizo Frank Zappa y ahora hace el inclasificable dueto The Claypool Lennon Delirium.
El trabajo editado por Inner Ear Records representa un viaje hacia terrenos desconocidos y en el que no es seguro regresar cuerdo. Por la incorporación de múltiples instrumentos y capas sonoras es que el grupo podría ser un descendiente griego de los Talking Heads. Existe una fuerte influencia de la elegancia musical de David Byrne a lo largo de las nueve canciones que componen el trabajo.
Para todos los que están en búsqueda de proyectos que no se encuentran en los medios convencionales, Chickn es una interesante propuesta que se caracteriza por mostrar una fusión de diversas fuentes, aunque el resultado final atrae por su distintivo sonido.