Durante décadas, la radio fue uno de los máximos medios de comunicación en el mundo. Su momento cumbre aconteció en 1938 cuando Orson Welles realizó una lectura dramatizada de la novela War of the Worlds, de H. G. Wells, y miles de los radioescuchas pensaron que en realidad la Tierra estaba siendo atacada por extraterrestres.
A su vez, la radio también ha sido un medio indispensable para la propagación musical. La muestra más clara es el trabajo del disc-jockey Alan Freed, quien en los cincuenta con su programa radiofónico fue una pieza clave para impulsar el R&B negro y ponerlo en la mira (o mejor dicho en los oídos) de los jóvenes blancos de la época. Con esto daría inicio la nueva revolución llamada rock & roll.
Y ahora la radio es el hilo conductor que une a los 24 cuentos que conforman la nueva antología editada por la revista digital Resonancia Magazine. Ya es la cuarta publicación de esta serie en la que se busca difundir la lectura a través de temas relacionados con la música.
A diferencia de las anteriores entregas (de las que ya hemos escrito aquí y aquí), ahora no sólo aparecen escritores mexicanos sino también españoles. Cada uno presenta un cuento que mantiene un vínculo directo con la radio, la eterna compañera que sigue viva en los actuales tiempos digitales.
En primera instancia, Alejandro González Castillo ofrece en "La Mano Peluda" un relato descarnado y con una jerga lingüística propia del mexicano bravo de clases bajas. Su frenético estilo sin descanso, cercano al free jazz, hace pensar en Jack Kerouac y su obra cumbre On The Road. A su vez, la historia toma inspiración en el emblemático programa de radio del mismo nombre que durante más de dos décadas provocó pesadillas en sus radioescuchas.
Por otra parte, Jacobo Vázquez combina la realidad con la ficción en "Radio Deseo", en donde disecciona la historia de un joven veinteañero que recibe la oportunidad de tener un programa de radio especializado en pop y rock en español. Los más experimentados podrán reconocer que en realidad es un texto biográfico acerca de Mole Mogollón, desaparecida emisión que se escuchó durante los primeros años de Radio Ibero.
De igual forma, otro de los colaboradores es Homero Ontiveros, conocido por su doble vida. En su faceta más popular es tecladista de la banda de ska Inspector; sin embargo, también es fundador del sitio La Zona Sucia que apuesta por el periodismo de largo aliento. Su aportación al libro consiste en un texto biográfico en el que resume la importancia de los programas de radio porque acercan música que podría ser de difícil acceso a los escuchas.
Algo similar ocurre con Juan Alberto Vásquez, quien sitúa su historia en los ochenta y muestra la importancia que tuvieron los locutores de radio para difundir música poco convencional en un México que vivía atrapado en un burbuja con respecto a los demás países. Su cuento muestra una clara referencia al impacto que en su momento significó la aparición de Rock 101 para una generación inconforme con las pocas opciones que existían.
Como en toda antología, el nivel es variado y algunos cuentos brillan más que otros. Otros autores que ofrecen historias destacadas son Pilar Ortega, Enrique Blanc, Pedro Escobar, Fernando Benavides y Alejandro Mancilla.
Para algunos, la radio puede ser un medio obsoleto en pleno Siglo XXI. Lo cierto es que pese a los avances, el dejarse acompañar por un locutor, escuchar sus historias y descubrir canciones que de otra manera tal vez jamás se habrían escuchado siempre serán sus principales virtudes. Ya existen alternativas digitales como Youtube y Spotify que te permiten escuchar prácticamente toda la música del mundo al instante, aunque en muchos casos eso implica convertirte en esclavo de un algoritmo.
La antología Gracias Por Escuchar. Cuentos Inspirados en la Radio es un esfuerzo independiente de sus creadores y puede ser adquirida con envío a cualquier parte del mundo a través de Amazon o de Kichink.
https://twitter.com/graciasporescu1
https://www.facebook.com/Gracias-por-escuchar-101116984787766/
A su vez, la radio también ha sido un medio indispensable para la propagación musical. La muestra más clara es el trabajo del disc-jockey Alan Freed, quien en los cincuenta con su programa radiofónico fue una pieza clave para impulsar el R&B negro y ponerlo en la mira (o mejor dicho en los oídos) de los jóvenes blancos de la época. Con esto daría inicio la nueva revolución llamada rock & roll.
Y ahora la radio es el hilo conductor que une a los 24 cuentos que conforman la nueva antología editada por la revista digital Resonancia Magazine. Ya es la cuarta publicación de esta serie en la que se busca difundir la lectura a través de temas relacionados con la música.
A diferencia de las anteriores entregas (de las que ya hemos escrito aquí y aquí), ahora no sólo aparecen escritores mexicanos sino también españoles. Cada uno presenta un cuento que mantiene un vínculo directo con la radio, la eterna compañera que sigue viva en los actuales tiempos digitales.
En primera instancia, Alejandro González Castillo ofrece en "La Mano Peluda" un relato descarnado y con una jerga lingüística propia del mexicano bravo de clases bajas. Su frenético estilo sin descanso, cercano al free jazz, hace pensar en Jack Kerouac y su obra cumbre On The Road. A su vez, la historia toma inspiración en el emblemático programa de radio del mismo nombre que durante más de dos décadas provocó pesadillas en sus radioescuchas.
Por otra parte, Jacobo Vázquez combina la realidad con la ficción en "Radio Deseo", en donde disecciona la historia de un joven veinteañero que recibe la oportunidad de tener un programa de radio especializado en pop y rock en español. Los más experimentados podrán reconocer que en realidad es un texto biográfico acerca de Mole Mogollón, desaparecida emisión que se escuchó durante los primeros años de Radio Ibero.
De igual forma, otro de los colaboradores es Homero Ontiveros, conocido por su doble vida. En su faceta más popular es tecladista de la banda de ska Inspector; sin embargo, también es fundador del sitio La Zona Sucia que apuesta por el periodismo de largo aliento. Su aportación al libro consiste en un texto biográfico en el que resume la importancia de los programas de radio porque acercan música que podría ser de difícil acceso a los escuchas.
Algo similar ocurre con Juan Alberto Vásquez, quien sitúa su historia en los ochenta y muestra la importancia que tuvieron los locutores de radio para difundir música poco convencional en un México que vivía atrapado en un burbuja con respecto a los demás países. Su cuento muestra una clara referencia al impacto que en su momento significó la aparición de Rock 101 para una generación inconforme con las pocas opciones que existían.
Como en toda antología, el nivel es variado y algunos cuentos brillan más que otros. Otros autores que ofrecen historias destacadas son Pilar Ortega, Enrique Blanc, Pedro Escobar, Fernando Benavides y Alejandro Mancilla.
Para algunos, la radio puede ser un medio obsoleto en pleno Siglo XXI. Lo cierto es que pese a los avances, el dejarse acompañar por un locutor, escuchar sus historias y descubrir canciones que de otra manera tal vez jamás se habrían escuchado siempre serán sus principales virtudes. Ya existen alternativas digitales como Youtube y Spotify que te permiten escuchar prácticamente toda la música del mundo al instante, aunque en muchos casos eso implica convertirte en esclavo de un algoritmo.
La antología Gracias Por Escuchar. Cuentos Inspirados en la Radio es un esfuerzo independiente de sus creadores y puede ser adquirida con envío a cualquier parte del mundo a través de Amazon o de Kichink.
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